La electroterapia es un campo de fisioterapia que abarca el tratamiento de las enfermedades del sistema neuromuscular utilizando corrientes de diferentes formas de ondas, diferentes frecuencias o intensidad tanto como corrientes moduladas en su amplitud y frecuencia. Es aplicada tal en la medicina y rehabilitación de los pacientes así como para complementar otras formas de fisioterapia. El objetivo de la terapia es tratamiento del dolor, incremento del flujo sanguíneo en los tejidos y su estimulación con propósito de acelerar la regeneración. La electroterapia ayuda también en la absorción de las edemas y exudaciones en las articulaciones causadas por lesiones y sobrecargas. El abanico de posibilidades que ofrece la electroterapia permite alcanzar un amplio espectro de efectos terapéuticos.
Hay muchas formas de ondas que generan efectos positivos sobre los tejidos: corrientes de pulsos TENS, corrientes de pulsos SP-TENS, corriente interferencial (según Nemec), galvanización, iontoforesis, microcorrientes, corriente EMS, tonólisis, corriente de Träbert, corriente diadinámica (desarrollada por Pierre Bernard), corriente de Kotz (estimulación rusa), corrientes triangulares y rectangulares, y corriente de sobretensión sinusoidal unipolar. Su selección depende del objetivo de la terapia del paciente y su particular sensibilidad a los estímulos. Los métodos individuales varían en cuanto a la forma del impulso, su duración, amplitud, frecuencia constante o variable y su valor. Una vez escogido el tratamiento, también se elige el número de electrodos, su tamaño y, dependiendo de su ubicación, la manera del flujo de la corriente. La electroterapia es especialmente valorada por su seguridad y la eficacia en tratamiento de dolor.
La corriente eléctrica usada en fisioterapia tiene un impacto sobre los procesos electrofisiológicos que transcurren en las células del cuerpo. Los efectos curativos más deseables son estimulación de los nervios y músculos, aceleración de la regeneración de los tejidos, relajación de los músculos, alivio del dolor, efecto antiinflamatorio y regeneración de los tejidos. Por esta razón se aplica tanto en casos de lesiones deportivas y contusiones, tal como en tratamiento de las enfermedades del sistema neuromuscular (enfermedades degenerativas, neuralgias, artrosis o inflamaciones de plexos nerviosos).
La electroterapia es también un elemento inseparable en la rehabilitación de los pacientes con discapacidad física.
Las aplicaciones múltiples de la electroterapia y su efecto beneficioso para el cuerpo permiten alcanzar efectos terapéuticos en muchas enfermedades y dolencias. Los tratamientos electroterapéuticos, al ensanchar los vasos sanguíneos y mejorar la circulación sanguínea, mejoran la nutrición de los tejidos y su capacidad de regeneración. Incrementan también la comodidad de los pacientes afectados por enfermedades crónicas y ayudan en la rehabilitación de las personas que sufren de enfermedades del sistema musculoesquelético.
La electroterapia tiene efecto antiinflamatorio y analgésico a través de liberación de endorfinas, actividad trófica y tónica, y por activar el mecanismo de la puerta de control de Wall y Melzack, entre otros.
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